lunes, 29 de mayo de 2017

Héroes, villanos y empoderamiento


Para convertirte en un héroe, lo único que necesitas es “SER”.

Cada día, aunque en muchas ocasiones sea de forma inconsciente, tenemos que decidir quiénes vamos a ser a lo largo de las nuevas 24 horas que nos regala el universo. Tenemos que disfrazarnos de un personaje y vestirnos en consonancia. Normalmente elegimos los personajes ya conocidos y bien estudiados, porque son los que menos nos cuesta trabajo.

¿Pero qué pasaría si cambiamos nuestro personaje por un día? ¿Qué pasaría si, a modo de obra teatral, esa mañana nos levantásemos con la idea de ser alguien totalmente distinto? Sobre todo, ¿qué ocurriría si nos arriesgásemos a ser quienes decimos que no podemos ser por seguir las limitaciones del ego?...


Si lo hiciéramos, comprobaríamos que estamos totalmente capacitados para ser quienes queramos ser, y por tanto, nos daríamos cuenta de que no somos lo que pensamos de nosotros mismos. Eliminaríamos esa barrera imaginaria que un día se creó cuando nos ponemos el disfraz de nuestro personaje para que el universo nos de lo que necesitemos.

Estamos acostumbrados al mundo de víctimas y verdugos, pero realmente no existe ninguna víctima que no sea a su vez verdugo.

En muchas ocasiones queremos controlar la situación pensando que así todo saldrá bien, como buen héroe. Pero no es necesario, eso lo necesita el ego. El héroe sólo ha de hacerse cargo de la situación, sin apegos y sin aferrarse al resultado final. Porque cuidar, también es diferente de atender.

El héroe suelta sus dramas porque mientras estos existan no podrá transformarse en héroe. El héroe se da permiso para conocer sus limitaciones y creencias y es capaz de darse cuenta de que aquello que creía de forma acérrima no es real.

El villano se aferra a su drama para empoderarse a través del dolor, trabajando desde la fuerza. Engancha todas sus tragedias para justificar su vida. En ocasiones puede buscar al héroe para comprobar que existe verdaderamente. Y es ahí donde el villano puede tener una oportunidad para convertirse en su antónimo.

El villano se desconecta del amor a sí mismo. Puede incluso que tolere maltrato externo, y la tolerancia al maltrato externo es proporcional a la tolerancia del maltrato interno.
El héroe no necesita empoderarse pues tiene valor de ser y trabaja desde el amor, porque sabe que, por más dolorosa que sea su experiencia, ya pasará. Tiene un enfoque claro.

Quien necesita empoderarse es quien está desconectado de él mismo. Aquí se elige una cualidad en la que quieres que te reconozcan. En el ser, no hace falta manifestar nada a nadie, porque ya eres y fluyes sin esfuerzo y las circunstancias te favorecen para que manifiestes tu don. 

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