miércoles, 31 de mayo de 2017

De villano a héroe


Todos podemos ser villanos o héroes, solo depende de lo que elijamos ser. Si queremos sobrevivir desde el sufrimiento, el apego y lo que cuesta a veces vivir, habremos elegido el papel de villano. Si decidimos apostar por el amor, por recorrer el camino disfrutando aunque a veces existan obstáculos, si vemos esas piedras del camino como nuestro aprendizaje, entonces, entonces seremos héroes de nuestra vida. 

El villano se apega a las cosas materiales, a las personas y cede su poder a otros. Dota a algo o a alguien de un potencial que está realmente dentro de él mismo...


El héroe se enfrenta con sus demonios, toma la decisión de ponerse en marcha y adquiere un compromiso consigo mismo. Renuncia a lo que le hace sentir más cómodo.
Un héroe es valiente, no se dispersa, se enfoca, se olvida de los objetivos del ego y se alinea con el propósito de su alma, siendo los descubrimientos por el camino su mayor éxito.

Al héroe no ha de irle bien en la vida, ser rico, un trabajo estable… tiene que sentirse en paz.

Aún así, cuando el héroe siembra y aparece el resultado, el villano pude intentar boicotearte para que vuelvas al sufrimiento.

En lo más profundo de lo que somos, tanto el héroe como el villano llevados al extremo son lo mismo, pues ambos vienen a enseñarte dónde estás desde diferentes perspectivas. Los maestros del amor son todas aquellas personas que te enseñan lo que no es amor para que te veas dónde no estás en amor.

El héroe ama, está en contemplación de esa persona, ve su luz pero no le pide que haga nada por él.

El villano vive en el enamoramiento, con la expectativa de que el de en frente cubra sus necesidades, sus huecos. Ve la potencialidad de la luz que tiene a su lado disfrazada como pareja y espera que haga por él lo que él mismo no quiere hacer.

El héroe no le dice a nadie lo que tiene que hacer, pues cuando se “es” no importa lo que haga el de al lado, siempre estará bien. Si lo dices es porque eres tú quien no tiene integrado lo que tienes que hacer y no el de en frente.

Todos podemos ser héroes cada día, y en cada momento. No hace falta tener una capa, superpoderes o volar. Para ser un héroe solo tenemos que “ser”.

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