Saturno
corresponde al dios Chronos, el dios
del Tiempo, que sustituyó a Urano, el dios del Cielo. Previamente a la llegada
de Chronos, no existía la dimensión del tiempo y por tanto, tampoco del
espacio. En esa nueva dimensión es donde entra a formar parte del juego la
materia como tal, la densificación de lo sutil, que es precisamente lo que
representa Saturno...
Por tanto,
Saturno es la materia, que viene a
ser, energía condensada.
Relación con los
órganos:
-
Oreja izquierda
-
Bazo
-
Médula ósea (órgano generador de la sangre)
-
Huesos (parte de nuestro cuerpo más densa)
La sangre per sé,
se relaciona con el Sol y con Marte, pues la hemoglobina lleva hierro,
representado en marte ya con su sobrenombre: “El planeta rojo”.
Saturno representa
al mismo tiempo la creación y la
destrucción. Por eso en las imágenes aparece como una guardiana con un
reloj de arena o un dios comiéndose a sus propios hijos (los crea y posteriormente
los destruye)
La personalidad
que impera en la fuerza de Saturno es una persona
rígida, suelen ser delgados y huesudos. Corresponde al elemento Tierra, por
tanto son fríos y secos: “ni sienten ni padecen”. Son personas que suelen
ponerse muchos límites a ellos mismos.
Es el señor de los límites y se manifiesta
en forma de quistes y endurecimientos.
Representa la fuerza con la que el cuerpo intenta enquistar aquello que nos
produce enfermedad.
Un ejemplo de
ello puede ser la tuberculosis, que
puede estar enquistada sin dar la cara mucho tiempo. El cáncer muchas veces aparece inicialmente como un quiste, mientras
Saturno tenga energía para limitarlo. Como comentamos previamente, en el cáncer
actuará Venus encargada de la proliferación y Júpiter, responsable de su
expansión traducido como metástasis.
Por estos
motivos, hay que ser cauteloso al realizar una biopsia cuando se quiere analizar un quiste. Al perforarlo, se
rompe la fuerza de Saturno y entonces Venus y Júpiter podrían actuar sin
límites. Como prevención antes de una biopsia se debería fortalecer la fuerza
de Saturno.
Olor: fétido.
Color: morado, violáceo (tonos oscuros).
Pecado capital:
la avaricia.
El metal que lo
representa es el plomo. Las
intoxicaciones por este metal pesado, de hecho, se denominaban Saturnismo, y
pueden afectar a la médula ósea y los huesos.
Tanto el plomo
como el mercurio son metales pesados que no existían antes en la naturaleza. De
hecho, las profundidades del mar son las únicas libres de ambos por ahora.
Otros metales como el arsénico, que se encuentra en el arroz integral, ha estado
presente siempre en la Tierra, y por tanto, lo podemos eliminar a través del
sudor, a diferencia del plomo y el mercurio, que se quedan acumulados en
nuestro cuerpo.
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