Afrodita aparece antes de la
creación del tiempo para recordarnos que somos ilimitados. Es la diosa del
amor. Pero no del amor que conocemos, sino de aquel que es pura energía, pura
vibración: el amor incondicional.
Para sentir el verdadero amor ha
de estar el 4º chakra desbloqueado.
La energía de Venus nace en el corazón. Por eso raramente se produce
cáncer en el origen de la energía venusina, en el corazón.
Conforme desaparece la energía
del amor de cada parte del cuerpo, ésta se va cambiando hasta que se ocupa por
energía destructivas...
A Venus se la conoce también como
“La paz del navegante” o “el lucero del alba” porque era la primera luz que
iluminaba la noche, indicando la posición a los marineros antes de que
existiesen las modernas cartas de navegación actuales.
Venus es La Paz. Por eso las enfermedades que se produzcan en el terreno
gobernado por ella, se deben a no querer enfrentarte a un conflicto. Y su solución
es tan fácil como compleja: “coger el toro por los cuernos” y ponerte frente al
conflicto que no quieres ver pero que te está causando una enfermedad.
El Sol y Venus trabajan juntos
para repartir la energía del amor por todo el cuerpo. Si desaparecen, se
producen enfermedades por muerte de las células que se han quedado sin amor.
Estaríamos en este caso ante las enfermedades degenerativas.
La fuerza de Venus se expresa en
el cuerpo humano en los siguientes órganos:
- Fosa
nasal derecha
- Pulmón
derecho
- Riñón
derecho
- Órganos
sexuales
- Próstata
Hipócrates relacionó cada
parte de nuestro cuerpo con un clima del año. Los climas son algo parecido a lo que conocemos como horóscopo,
aunque con otras connotaciones. Se irán describiendo algunos ejemplos para
clarificar este concepto.
Venus gobierna también las proliferaciones. Las que conocemos con
más relevancia son el cáncer y las infecciones.
Cuando damos un antibiótico en el
caso de una infección, éste trabaja en el cuerpo pero no en el origen real del
conflicto, por lo que puede cronificar el conflicto. En el caso de una
amigdalitis, enfermedad común y frecuente, el conflicto radica en “no poder
contar lo que me pasa”, en “tenerlo en la garganta”. Si no se resuelve, con los
años puede evolucionar en problemas a nivel de la glándula tiroides, ya que, lo
que originó la enfermedad primera es capaz de profundizar más hondo en nosotros
mismos.
Este ejemplo ya estaba descrito
hace unos siglos atrás, y se conoce como “La Ley de Hering”. Nos indica que
lo que un día fue una infección mal curada, a lo largo de los años se puede
convertir en cáncer. La mejora y la curación se producen
de dentro a afuera. Los síntomas desaparecen desde arriba hacia abajo. Las
molestias van desde un órgano importante a otro menos importante. Los síntomas
desaparecen en el orden inverso a su aparición.
¿Qué
ocurre si el enfermo es un niño? Los niños menores
de 7 años responden energéticamente a sus padres y su patología, en la mayoría
de ocasiones, se produce por un conflicto emocional de ellos. El niño mayor de
7 años ya se ha emancipado energéticamente de sus progenitores, y todo lo que
le acontezca lo habrá causado él mismo. Es una forma muy general de resumir un
tema muy complejo, el de las enfermedades en la infancia, pues además debería
tenerse en cuenta también otros factores como el karma, el dharma, los pactos
álmicos, el transgeneracional…
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